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Algo que muchos desconocen, pero es fundamental tras la compra o alquiler de una vivienda, es que no es lo mismo cambiar la domiciliación bancaria del contrato de luz que la titularidad.
De esta manera, únicamente nos haremos cargo de las facturas, pero seguirá siendo el anterior inquilino o propietario el encargado de realizar las gestiones, pudiendo llevarnos a problemas en el futuro como la baja del suministro o la posibilidad de pagar de más por un contrato obsoleto.
Asimismo, deberemos de hacer un cambio de nombre sin subrogación del contrato anterior para no hacernos cargo de posibles deudas, para ello, es conveniente realizar un cambio de compañía, pues los impagos suelen ir asociados al suministro.
Desde Selectra te vamos a indicar cómo realizar la gestión para que, además, te beneficies de un trato de nuevo cliente y una mayor reducción en tu factura.
En primer lugar, tendremos que reunir los datos necesarios para realizar el nuevo contrato con la comercializadora, tener una factura reciente a mano nos facilitará la gestión en mayor medida:
- Datos del antiguo titular
- Datos del nuevo titular e IBAN
- Dirección del punto de suministro
- Número CUPS de luz
- Contrato de alquiler o compraventa (en algunos casos)
Para cambiar el titular con Iberdrola, la gestión se podrá realizar de manera presencial en las oficinas, online a través de su página web o llamando al número de teléfono de Iberdrola. El procedimiento es muy sencillo y gratuito en todas las compañías españolas.
Si toda la información presentada es correcta, una vez firmado el contrato, el cambio de nombre se hará efectivo en un plazo estimado de 1 a 20 días, según la rapidez de gestión de la comercializadora.
Al anterior titular le llegará una última factura de cierre a su nombre y, a partir de entonces, se facturará al nuevo titular.
Como hemos indicado anteriormente, hacer una comparativa del mercado es la mejor forma de beneficiarnos de unas mejores condiciones y de no hacernos cargo de un contrato con un precio elevado.
En la comercialización de la luz, podemos distinguir el mercado libre o regulado y conocer sus principales características es fundamental para escoger la que mejor se adapte a nuestro hogar en función a nuestras necesidades y hábitos de consumo.
El mercado libre cuenta con más de 300 comercializadoras y múltiples tarifas, pues su precio y sus ofertas se fijan de manera independiente. Podemos encontrar tarifas de precio fijo, con discriminación horaria o tarifas planas, en este sentido, ofrecen mayor estabilidad al saber el precio del kilovatio hora que se va a pagar durante los doce meses de duración del contrato, independientemente de las fluctuaciones del mercado.
Por el contrario, el mercado regulado comercializa una única tarifa llamada PVPC, en sus siete comercializadoras de referencia. El precio de esta tarifa es diferente cada día y cada hora, porque es establecido en función de la oferta y la demanda del mercado mayoritario y semi regulado por el Gobierno, por lo que ofrece mayor inestabilidad. En la actualidad, sólo es beneficioso si se dispone de Bono Social, una ayuda del Estado para que los consumidores vulnerables puedan hacer frente a sus facturas.